Los yoes causas Cpt.27 La gran rebelión
EL SUPER HOMBRE
Conferencia por Gabriel Cañas
Introducción: ¿Somos realmente hombres?
Aún no somos verdaderos hombres. Quizás para muchos esto suene extraño, pero cuando hablamos de “hombres”, nos referimos a seres creados conscientemente, desarrollados física y espiritualmente. Actualmente, somos un embrión, un “animal intelectual” o racional, pero no el hombre auténtico.
El verdadero hombre es quien se ha formado a sí mismo, no solo en cuerpo sino en espíritu. Nacemos con un cuerpo que se desarrolla naturalmente, pero no así como personas completas, pues la formación real va más allá de lo físico. La sociedad nos educa solo en aspectos externos y sensoriales, sin profundizar en la moral auténtica ni en el desarrollo espiritual.
La crisis actual: la deshumanización y el pensamiento colmena
Vivimos en una época de cambios y revoluciones, pero también de pérdida de valores. La sociedad contemporánea ha creado un sistema donde predominan la competitividad, la superficialidad y el apego a modas y opiniones externas. Se cultiva la personalidad mecanizada, el pensamiento colmena, donde el individuo pierde su esencia para encajar.
Esta crisis afecta también la educación moral y ética, con la consecuencia de formar individuos que funcionan como máquinas, atrapados en sus egos y deseos pasajeros. Se crea un ambiente donde la igualdad y derechos sociales se confunden con la ausencia de valores sólidos, lo que mina el crecimiento espiritual y humano auténtico.
La energía creadora: base para la formación del hombre y del superhombre
El hombre auténtico se forma desde su semilla, que es la energía sexual creadora depositada en nuestro cuerpo. Esta energía contiene los “gérmenes solares” que, si se saben dirigir adecuadamente, pueden dar origen no solo a la vida física sino a la vida espiritual.
La transmutación de esta energía es fundamental y no equivale a la abstinencia sin sentido, sino a un trabajo consciente y alquímico que puede realizarse tanto en solteros como en casados, para crear dentro de nosotros cuerpos superiores y elevar nuestra vibración a dimensiones superiores.
El despertar de la conciencia: romper la mecanicidad
El primer paso para crear al verdadero hombre es despertar la conciencia. Debemos reconocer que no somos las personas que creemos ser, sino seres dormidos en patrones automáticos, atrapados en la vanidad, el orgullo y el pensamiento gregario.
La autoobservación es fundamental: observarnos sin juicio para descubrir esos mecanismos inconscientes y empezar a romper el patrón. Esto es un reto, porque implica confrontar la comodidad y el ego que se resiste a cambiar.
El ego es el principal obstáculo para el desarrollo espiritual. No solo los “egos malos” sino también los “egos buenos” (orgullo espiritual, vanidad de ser “buenas personas”) bloquean el avance hacia la verdadera realización.
Muchos se quedan estancados en ser “buenas personas” sin comprender que mientras mantengamos los defectos psicológicos, no podemos ser auténticos ni alcanzar la transformación profunda que implica ser un superhombre.
El sacrificio y la humildad
Un tercer pilar es el sacrificio amoroso por los semejantes, un servicio genuino que trasciende el egoísmo y la conveniencia. Este acto de compasión debe reflejarse en hechos concretos y no solo en palabras.
La humildad es clave: el camino no admite medias tintas ni fanatismos. El trabajo espiritual requiere sinceridad, voluntad y disposición para romper todos los apegos y prejuicios, incluso los creados dentro de las mismas organizaciones espirituales.
La voluntad Cristo: la revolución interior
La unión con la Voluntad Cristo es el motor de la transformación. Esta voluntad superior rompe nuestras estructuras mentales, emocionales y espirituales, y nos impulsa hacia la creación del superhombre.
Es un proceso revolucionario que no acepta conformismos ni seguridad falsa. Quien se acomoda en la gnosis o en una organización sin avanzar, se queda estancado.
No se trata de pertenecer a una religión o grupo para “salvarse” automáticamente. La verdadera salvación es un proceso interior, un encuentro personal con el Cristo Íntimo que habita en nuestro corazón.
No podemos delegar nuestra evolución espiritual en figuras externas. El trabajo interno, la oración sincera, la introspección y el compromiso diario son lo que realmente transforman.
Reflexión final: el llamado a la autenticidad
El verdadero hombre rompe con las falsas seguridades, con los códigos sociales impuestos y con la comodidad de la mecanicidad. Es un ser libre, un revolucionario espiritual que desafía las modas y estructuras para crear su Ser auténtico.
Este camino es arduo, requiere esfuerzo, sacrificio y la valentía de elegir el trabajo interno a pesar de las dificultades y las dudas.
Para profundizar
Próximamente: Retiro sobre la Voluntad Cristo
En el próximo retiro, se abordará a fondo el tema de la Voluntad Cristo y cómo integrar esta energía en nuestro camino hacia la realización. Pide información a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.